jueves, 21 de agosto de 2014

La oposición se moviliza contra la reforma de la elección de alcaldes


El PSOE se vuelca para frenar el cambio electoral, que ni siquiera negociará


Pedro Sánchez: “El PP solo busca la elección directa del PP”


La decisión de Mariano Rajoy de impulsar por su cuenta una reforma del sistema de elección de alcaldes para aplicarla en las municipales de 2015 no tuvo este miércoles ni un solo apoyo de otro grupo político. Más bien encontró la respuesta contundente de la oposición, el anuncio de movilizaciones en contra y hasta declaraciones dentro del PP condicionando los cambios al consenso.


El PSOE rechaza la propuesta y este miércoles anunció que ni siquiera se sentará a negociarla cuando el Gobierno la presente dentro de un paquete de medidas de regeneración democrática. “El PP sólo busca una elección directa: la del PP”, escribió en Twitter el líder de los socialistas, Pedro Sánchez.


El PSOE estudiará las propuestas del Gobierno contra la corrupción y presentará las suyas, pero pedirá que se saque de la negociación la reforma electoral. Entiende que no tiene relación con la regeneración y que sólo sirve para beneficiar al PP, en vísperas de unas elecciones.


La movilización de los socialistas tendrá continuidad hoy con un acto improvisado en Toledo por el número dos del partido, César Luena. En él anunciará ante alcaldes socialistas de Castilla-La Mancha iniciativas para frenar la reforma que impulsa Mariano Rajoy. Por ejemplo, los socialistas estudian presentar mociones en Ayuntamientos en contra del cambio legal, además de actuaciones en el Congreso.


El alcalde de Vigo y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Abel Caballero, aseguró que su partido “no negociará esto ahora ni nunca” y que “el PP pretende cambiar él solo la bóveda del sistema electoral en España. Esto no había ocurrido nunca. Es una burla a la democracia”. Y el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, acusó a Rajoy de “pisotear el espíritu constitucional”.


El presidente pretende negociar con los grupos parlamentarios medidas que incluyen la reforma de la ley electoral para que el partido más votado se haga con las alcaldías y para que, si ninguno supera el 40% de los votos, pueda celebrarse una segunda vuelta entre los dos principales. Sánchez ya trasladó directamente a Rajoy que no apoyaría esta reforma, pero el presidente mantiene su intención de seguir adelante y ha dado instrucciones en ese sentido a los dirigentes de su partido. Si la llevara a cabo, sería la primera vez en democracia que se reforma la ley electoral sin consenso entre los dos grandes partidos.


También Izquierda Unida anunció su intención de llevar el asunto a todas las instituciones para que muestren su rechazo a lo que descalificó con expresiones como “golpe de Estado a la democracia municipal”. La formación que encabeza Cayo Lara también anunció que no negociará sobre este asunto con el Gobierno. Rosa Díez, líder de UPyD, rechazó de plano la reforma, que según sus cálculos favorece al PP y, en todo caso, perjudica a su formación.


No hay respuesta de los partidos nacionalistas, pero ya en julio el PNV expresó su rechazo a la propuesta inicial del Gobierno al entender que favorece a Bildu en los Ayuntamientos del País Vasco y Navarra. De hecho, el portavoz nacionalista en el Congreso, Aitor Esteban, trasladó al PSOE su apoyo al rechazo a la idea, que apenas había esbozado entonces Rajoy. Si la reforma sale adelante en los términos actuales, la coalición EH Bildu será la gran beneficiada en muchos municipios vascos, donde fue primera fuerza en los pasados comicios locales. Pese a ello, la presidenta del PP en esa comunidad, Arantza Quiroga, aseguró este miércoles en Bilbao que es una “medida necesaria, que responde a la voluntad de acercar la política a los ciudadanos”, aunque con la modificación legal se pueda “beneficiar a Bildu”.


La propuesta del Gobierno chocaría además con la estrategia frustrada que han desplegado los populares vascos durante los últimos tres años para desbancar a la izquierda abertzale de la alcaldía de San Sebastián y de la Diputación de Gipuzkoa, las principales instituciones que gobierna Bildu tras ser la lista más votada en 2011. Quiroga apuntó, asimismo, que el PNV, que no se unió a la coalición con PP y PSOE para evitar que Bildu gobernara, no tiene razones para oponerse a la reforma. “La ley será igual para todos”, manifestó Quiroga, quien se mostró a favor de las listas abiertas. Bildu, por su parte, tachó la reforma de “antidemocrática” y afirmó que solo beneficiará al PP, informa Eneko Ruiz Jiménez.


En defensa del cambio legal salió el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, con el argumento de que “observar que los que pierden gobiernan y los que han ganado se encuentran en la oposición aleja a los ciudadanos de la política”.


El dirigente del PP se esforzó en explicar que intentarán en todo caso negociar con el resto de los partidos. Confirmó que en septiembre abrirán una ronda de consultas y que están “dispuestos a oír todas las iniciativas y dialogar hasta la extenuación”. Arenas insistió en que el PSOE llevó una propuesta de elección a dos vueltas de los alcaldes en su programa de las generales de 2008. Por eso, exigió “coherencia” a Pedro Sánchez.


El dirigente del PP también indicó que el diálogo con el PSOE es “esencial como segunda fuerza política en España”, si bien afirmó que “no se puede menospreciar la posición del resto de los grupos parlamentarios”. Es decir, no confirmó si seguirá adelante con la reforma sin consenso, pero hizo valer la fuerza parlamentaria del PP, con mayoría absoluta holgada para aprobarla sin apoyos.


Fuente: El País







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