García Nieto: “Hay una oportunidad de oro de que la deuda aflore y de poder cubrilar"
El presidente de la FRMP asegura que apoya el proceso de ordenación del territorio "por que, si no, en 15 o 20 años va a haber que cerrar pueblos enteros"
¿Están tan mal los ayuntamientos de Castilla y León como parece que están?
La respuesta rotunda es sí: están tan mal como parece que están. Además nadie sabe el alcance de lo mal que están los ayuntamiento. Creo que una de las virtudes que tiene el decreto de pago a proveedores del Gobierno es que vamos a saber por fin cuál es la deuda de verdad.
¿Entonces veremos salir de los cajones facturas con las que igual no se contaba?
Están saliendo ya. Esta es una oportunidad de oro de que toda esa deuda aflore y de poderla cubrir de una manera cómoda con las facilidades que está dando el Gobierno con este decreto. Vamos a ver si la realidad no sobrepasa la expectativa de los 35.000 millones de crédito. Si somos capaces de acoger toda esa deuda estamos logrando dos cosas: sanear las economías municipales y reducir el tiempo de pago a los proveedores que puede ser entre 30 y 60 días, algo muy razonable, porque ahora es de entre 150 y 180 días, que es inasumible para muchas pequeñas y medianas empresas.
Es un alivio pero cuándo van a cobrar los proveedores
El plazo está muy claro: entre el 1 y el 31 de mayo. Pero todavía quedan detalles que no son baladíes y que tienen que ver con el plazo para la devolución o cómo vamos a hacerlo. Nosotros pedimos los máximos años posibles para amortizarlo, si son quince mejor que diez, y, en cuanto al tipo de interés, el Gobierno lo dejará entre el 5 y el 6, que es la mitad de lo que han pedido los ayuntamientos y lo que quieren los bancos.
Y los ayuntamientos más pequeños podrán acogerse a la norma, porque ellos pueden tener más problemas para la devolución y pago de intereses
Evidentemente se van a acoger menos. Por una razón: tienen las economías más saneadas que los grandes, normalmente. Estoy seguro que de los más de 1.100 municipios de Castilla y León por debajo de 250 habitantes, muy pocos se van a acoger a este decreto porque no tienen necesidad y tienen poco endeudamiento a proveedores.
Es cierto que ahora va a aflorar esta deuda, pero en un momento en el que las arcas municipales andan ya muy justas, ¿el sistema no supone aplazar o prolongar las dificultades?
No estoy de acuerdo. Todos los ayuntamientos hemos pasado de una situación de crecimiento año tras año a decrecer en estos últimos tres años. Hemos tenido que hacer un esfuerzo en este tiempo para eliminar servicios superfluos, adaptarlos al tamaño del municipio, renegociar la deuda… y ahora ya tenemos a los ayuntamientos con un tamaño en el que ya pueden defenderse. Sin embargo, como estamos pagando a 180 días y tenemos deudas muy atrasadas, con ese tamaño no somos capaces de reducir la factura que teníamos del tamaño anterior. El decreto trata de que la rueda no se pare, que la deuda tenga un tamaño que podamos digerir para ir quitando todo lo que viene de atrás. Creo que es la fórmula es perfecta.
Pero ese es el problema inmediato, el de fondo tiene que ver con la financiación local, ¿considera que se avanzará en ese asunto con el nuevo Gobierno?
Esta es una solución al problema que tenemos, pero no es una solución estructural para el futuro. Tengo esperanzas en que con todo el ruido que se ha armado, con todo el follón provocado por impagos de situaciones límite de muchos ayuntamientos, los gobiernos ya no lo dejen como asignatura pendiente y lo afronten ya de una vez. Estamos en un momento en que a cada uno hay que darle lo que merece. Este Gobierno en tres meses escasos ha tomado tres o cuatro medidas muy potentes para los ayuntamientos. Esto es seriedad y creo que vamos a tener la oportunidad de planificar una financiación adecuada para los ayuntamientos. En esta Comunidad hay asignaturas pendientes muy profundas y tenemos que ir dando pasos: tenemos que hablar de la cuota que nos pertenece en la participación de ingresos del Estado, porque no puede ser el actual reparto de fondos, el 54 por ciento, para el Gobierno; el 34 o 36 para algunas comunidades y las entidades locales estemos todavía en el 13, como hace 30 años. Eso no puede ser, hay que ir avanzando.
¿Cuál es la propuesta, cuál sería la cuota adecuada?
No soy ningún iluso, ni estoy en las nubes y no espero que del 13 pasemos al 33 de forma inmediata. La propuesta es ir avanzando. Es hacer tres cosas a las que no podemos renunciar de ninguna manera: crecer en la participación de los ingresos del Estado y participar en los ingresos de la Comunidad Autónoma como dice el Estatuto, un marco claro y definido de competencias y una nueva ley de Gobiernos Locales porque estamos con un marco normativo de mitad del siglo pasado y las ciudades y los pueblos han cambiado en servicios y en todo. Todavía estamos en cero en los ingresos directos de la Comunidad, aunque es verdad que aporta dinero a los ayuntamientos, pero lo que queremos es un marco estable, conocido y sobre todo no condicionado: usted me da lo que me corresponde y yo soy quien ordena el dinero que recibo. En cuanto a las competencias no duplicar, aclarar el marco de una administración una competencia y no ejercitar perversamente una expectativa, cubrirla unos años y luego dejarnos tirados y haber quien es el que quita ese servicio. Y la tercera, una nueva ley de gobiernos locales, porque la actual, por ejemplo, nos marca servicios que ahora no tienen ningún sentido. Son tres objetivos irrenunciables y por los que tenemos que seguir peleando todas las personas que nos dedicamos al municipalismo.
¿Cree que la situación de crisis actual, es el mejor ambiente para desarrollar todo esto?
No sé si es el mejor ambiente o el peor. Yo no me resigno al ahora no toca porque no se puede. Si no se puede económicamente hay fórmulas, como establecer el marco teórico y avanzar en él. ¿Por qué no una ley de plazos? Y poner que en 2015 estemos en el 15 por ciento, habremos avanzado dos puntos. Estoy diciendo que se establezca el camino, no que le andemos de golpe.
Vayamos al primer objetivo: ¿Cuál es el esquema de financiación después de una etapa de bonanza en que los municipios se han financiado casi en su mayoría con ingresos de la construcción, y ahora no se está en esos niveles?
Primero, una mayor participación en los ingresos y lo quiero aclarar: no se trata de pedir algo que no es nuestro; es dinero que sale de nuestra población y que previamente hemos ingresado en las arcas de la Comunidad o del Gobierno. El segundo marco serían los impuestos o ingresos que eres capaz de generar, que se puede ampliar y tener más capacidad para avanzar. Pero ahí, debemos tener una menor tutela. Por ejemplo, cuando un ayuntamiento aumenta el precio del autobús, lo tiene que aprobar una comisión regional, igual el precio del agua. Creo que no puede ser y se debe depositar la confianza en personas e instituciones que han demostrado mucha cordura. Y una tercera, por qué no, utilizar algunos resortes como el de la construcción. ¿Por qué ocurrió lo de la construcción? porque estábamos tan ahogados que no nos quedó más remedio que recurrir al único resorte que podía aportarnos los recursos que no teníamos. Creo que hay recorrido, pero lo que necesitamos son marcos legales diferentes en el sentido de tener mayor confianza en las entidades locales, tener los instrumentos de control precisos, concisos y elásticos para movernos ante las situaciones que se han presentado.
Por cierto, da la sensación que los ayuntamientos participaron de la ‘borrachera’ de los años de bonanza y poblaron el país de museos, palacios de congresos… que ahora no se pueden mantener
Es cierto, pero siempre digo lo mismo: ¿qué alcalde o concejal no quiere lo mejor para su pueblo y va a renunciar a hacer algo si puede hacerlo? Ninguno. Les digo más: sería un mal alcalde si lo hiciera. Pero es verdad que ahora se ha bajado el telón y hay muchas instalaciones que mantener y no tenemos recurso para hacerlo.
¿Ha habido una propuesta formal desde la FRMP a la Junta sobre una mayor participación en los ingresos de la Comunidad? Esa petición si se ha visto multitud de veces en las Cortes a propuesta de los socialistas?
No, el Grupo Socialista es oportunista. Los municipios hemos dicho siempre lo mismo, no porque lo digan los socialistas, que van picando lo que les conviene para hacer oposición. A mi esto no me gusta porque creo que no defienden lo que hay que defender, que es el bienestar de los ciudadanos y la prestación de servicios como Dios manda.
¿Esa consideración de ayuntamientos mayores de edad no choca con una realidad en esta comunidad con los pequeños municipios?
Yo defenderé siempre que los ayuntamientos son entidades mayores de edad que saben lo que hacen perfectamente y creo que lo están haciendo muy bien incluso salvando en muchas ocasiones las deficiencias de otras administraciones, porque estamos siendo el cubo de la basura acogiendo lo que otros no han podido hacer o han dejado de hacer tanto el Estado como las comunidades. Pero es verdad que aquí hay una dispersión enorme, una población muy escasa y muchos núcleos que tienen que recibir servicios de buena calidad. Por eso esta Federación apoya la ordenación del territorio porque, si no, en 15 o 20 años va a haber que cerrar pueblos enteros. Es el momento de optimizar recursos, unificar fuerzas y ordenar este mapa disperso.
En cuanto al segundo objetivo, la delimitación de competencias, ya se firmó un Pacto Local, cuya vigencia concluye, ¿cuál ha sido el balance?
El Pacto Local ha cumplido en el tiempo, pero en contenidos quedan cosas muy importantes que no son económicas, como la constitución del Consejo de Cooperación Local o la creación de las comisiones paritarias que contempla la Ley de Transferencias. Hay que negociar los traspasos entre los entes locales y la Junta y eso no se hace de la noche a la mañana. Siempre dije que era un pacto de mínimos, pero ha establecido estableció un marco normativo importante, ha aclarado y unificado las líneas de financiación que antes eran un lío tremebundo y, además, hemos puesto cordura en el manejo del Fondo de Cooperación Local. Es para estar satisfechos, sabiendo que era un pacto de mínimos. También digo que el nuevo Pacto Territorial no puede ser de mínimos y tiene que ser mucho más ambicioso y dónde los entes locales avancen más en una mayor participación económica y política en la vida de la Comunidad.
¿Qué significa mayor peso político?
No pueden ocurrir cosas como las que han ocurrido. No se puede negociar una ley en las Cortes que va a afectar a las entidades locales, sin tener en cuenta su opinión. Por eso es muy importante el Consejo de Cooperación Local, donde están legisladores y legislados. Aquí han ocurrido cosas de mala recepción por parte de quien tiene que aplicar la ley. Quiero recordar la famosa ley de Policía: se cerró la negociación y antes de aprobarse se cambió una sola frase, que nos condenó a pagar 19.000 pesetas mensuales por efectivo.
En ese marco de no duplicar competencias, ¿tendrán que cerrar los ayuntamientos empresas públicas?
Debieran hacerlo. También en esa expansión se creyó oportuno hacer entes de todo tipo, empresas públicas, consorcios, fundaciones… y creo que este es un buen momento para unificar esos recursos y ser más operativos sin duda porque no hay dinero para el mantenimiento de tantas estructuras y tienen que ser más pequeñas y más fuertes.
El Pacto Territorial estará muy unido al proceso de ordenación del territorio ¿Cómo se convence a los municipios, que todos quieren tener su autonomía, de que uniéndose en distritos van a ser más fuertes?
Primero contando con ellos, de abajo a arriba. Respetando la autonomía municipal y estableciendo un marco de financiación. Estoy seguro que a un pueblo se le puede convencer si ve algún beneficio a futuro. Si incentivamos el hecho de que si los municipios se unen van a tener un marco de prestación de servicios mejor, de financiación mejor, de participación mejor, igual animamos a las entidades que están en precario a juntarse con la de al lado. Si no tenemos en cuenta esas tres condiciones, nos equivocaremos.
Tienen la experiencia de las mancomunidades, ¿por qué van a ver que esto va a ser mejor?
Porque se trata de hacer mancomunidades mejor hechas. Ahora tenemos un número desorbitado de mancomunidades desordenadas y de lo que se trata, con estos distritos, es organizar todo. Insisto lo que se trata ahora es de hacer una ordenación más lógica y creo que se puede.
¿Cómo evitar la sensación que ya circula en el ambiente de que el pueblo grande se come al chico?
Esa sensación es difícil de atajar, es cierto que está pululando por la Comunidad. Lo que hay que hacer es sentarse y describir el mapa, que es la batalla más difícil. Hay dos grupos de trabajo, me parece que el que tiene que ordenar las competencias de las diputaciones lo tiene más fácil; el otro lo tiene más difícil, porque el volumen es más grande. Se puede hacer, de hecho este proceso dio lugar a alguna agrupación de núcleos.
¿Cuáles serían las líneas rojas en la competencia municipal?, ¿cuáles serían imposible de transferir?
Eso es lo que tiene que hacer el grupo de trabajo. Sin profundizar, porque yo no debo abrir un debate ni condicionar a nadie, hay alguna parte irrenunciable como el terreno institucional y de representación. Creo que no se puede renunciar nunca a que el alcalde del pueblo sea el alcalde del pueblo, aunque esté junto al de al lado para otras muchas cosas.
Ha expresado la confianza en llegar a la agrupación en distritos, no cree entonces que al final se tenga que producir a golpe de decreto
Por supuesto. Si creyera eso, renunciaría al cargo de presidente de la Federación. No creo que haya que decretar la unión forzosa de municipios. Estamos hablando siempre de voluntariedad y a eso no renunciamos.
Las diputaciones están en tela de juicio para algunos sectores, ¿cuáles deberían ser sus funciones?
Poner en tela de juicio las diputaciones en Castilla y León creo que al que se le ocurra debería de revisarlo. Hablamos de 2.248 municipios y 6.000 núcleos de población y más de 1.100 por debajo de 250 habitantes. Por tanto, creo que en este territorio se necesitan. Si me dicen en Andalucía, donde todos los pueblos tienen más de cinco mil habitantes, puedo entenderlo, pero hay una faceta que para mi es la más importante, como es la de tutela a los municipios que no tienen recursos, que deben continuar haciendo. ¿Qué hay que reestudiar su papel?, seguro, y se debe hacer; pero hasta ahí. Luego tienen campos nuevos en los que poder desarrollar una labor importante como es la aplicación de la eficiencia energética, o constituirse en intermediarios entre los municipios pequeños y la administración autonómica o general.
El tercer grupo de trabajo tiene que ver con los secretarios municipales, ¿el modelo necesita también una reordenación?
Con los secretarios, sabemos lo que ocurre: los hay muy buenos, la mayoría, y muy malos. En una localidad pequeña, el secretario es una figura capital no sólo como asesoramiento del alcalde sino como fedatario público e, incluso, escribiente público, pero se trata de ordenar ese trabajo porque hay otros que abusan y tienen posiciones de fuerza, incluso, frente a los propios alcaldes y manejan los ayuntamientos a su antojo y eso hay que corregirlo.
Sería razonable una ordenación y que un mismo equipo atendiera a un distrito
Sí, por qué no. Creo que sería incluso un sistema más lógico.
El tercer objetivo del que ha hablado es el de cambios en la Ley de Gobierno, ¿en qué sentido?
Poner orden en el desorden importante que hay. Se ha ido legislando en una u otra dirección y de lo que se trata es de ordenar toda esa normativa y que cada uno –gobierno y oposición- sepa en qué marco se puede mover.
Incluso con el cambio de la ley electoral
Como opinión personal me parece que en este país se tendría que ir a un sistema de doble vuelta, pero no para la elección directa del alcalde, son para evitar que las minorías manden sobre las mayorías.
¿Y también recoja una regulación sobre los sueldos en la administración local?
Creo que debería regularse y establecerse a través del Boletín Oficial para sacarlo del debate público. Según sea cada municipio, establecer un marco y que los sueldos se adecuen a él. Con ello se evitaría que los ciudadanos especulen con que los alcaldes ganan mucho, poco o regular.
Cómo dirigente del PP de Ávila, ¿cómo prevé que se presente el congreso autonómico que se celebrará en mayo en esa ciudad, será de continuidad o renovación?
Es una cuestión que tiene que plantear el PP de Castilla y León. Lo que yo deseo es que Herrera se vuelva a presentar y que siga gobernando tan bien como lo está haciendo el partido y la Comunidad de Castilla y León. Es un activo y no podemos prescindir de él.
Pero él ha dicho que no volverá a ser candidato a la Junta, ¿se debe abrir el debate de la sucesión en el partido?
¡Qué lo diga él! Es pronto para abrir el debate. Yo no abriría ese debate ni ahora ni en mucho tiempo. Herrera es el mejor activo que tiene esta Comunidad, sin duda; sigamos con Herrera, que nos va bien.
De qué le gustaría debatir en el congreso?
Creo que es impepinable que el proceso de ordenación del territorio vaya al congreso porque entiendo que clarificaría y reforzaría la posición que tiene el partido en una ley que afecta a todos.
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